Requisitos al presentar una licitación

Cualquier persona, física o jurídica, puede presentar una licitación, pero se deben cumplir también una serie de requisitos, imprescindibles para que nuestra solicitud sea admitida y entre a concurso. Junto a la presentación de toda solicitud de licitación a la Administración Pública se debe presentar también una serie de documentación adjunta, con el objetivo de demostrar que cumplimos los requisitos exigidos en cada caso. Por supuesto, cada licitación tendrá sus requisitos específicos, pero existen ciertos elementos comunes en los que basa la Administración y que siempre estarán presentes:

• Obligación de alta en el IAE, el Impuesto de Actividades económicas. Además, el epígrafe bajo el que se haya dado de alta para en el IAE ha de coincidir con el que se requiere para la licitación concreta que va a solicitar.

• Expediente de clasificación. Se trata del expediente de clasificación de empresa para obras y servicios que debe haber sido emitido por la Junta Consultiva de Contratación Administrativa”, un organismo dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda. En este documento figura el grupo, el subgrupo y la categoría de la empresa, que indican no solo la actividad de la misma, sino también la facturación anual. Es, por tanto, un indicativo de solvencia económica, aunque sobre este asunto se realizan requerimientos más específicos todavía.

• Documentación administrativa al completo. Por lo general, para cada licitación debe presentarse toda la documentación administrativa relativa a la empresa o a la actividad económica a la que nos dediquemos. Esto incluye escritura de constitución, si es el caso, titulaciones, certificados de cumplimiento de nuestras obligaciones con Hacienda y con la Seguridad Social, etc.

• Solvencia económica. Como decíamos, la Administración nos requerirá una serie de documentos con los que comprobar nuestra solvencia económica. Entre ellos carta sellada de nuestra entidad financiera, cuentas anuales, seguro de responsabilidad civil, etc.

• Solvencia técnica. Es, quizá, el punto más delicado y el que más documentación específica requiere. Recuerda, que la licitación que solicitas puede ser de obra, de servicios o de suministros, por lo que en función del tipo, se requerirá una documentación u otra.